viernes, 25 de junio de 2010

Capitulo 4

Bien, cogemos un vaso de orchata (aunq a mi no me gusta la orchata u.u'), abrimos a la ventana, nos sentamos delante del Pc y leemos el cap que es largo en recompensa del tiempo que he tardado en escribirlo >.< Atens ya me ha hechado la bronca por la tardansa, así que sólo puedo esperar que me perdoneis y que disfruteis del cap tanto como yo he disfrutado al escribirlo, deverdad me he emocionado un monton, no os asusteis demasiado :D
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Cuando llegue a casa no podía soportar ya la tensión y me eche a llorar en mi habitación, había estado sonriendo falsamente el resto de la tarde para que Luke no se preocupara, aunque sabía perfectamente que él no se creía ninguna de esas sonrisas. Lágrimas de impotencia se deslizaban por mi mejilla precipitándose al vacío, aun recordaba perfectamente la bofeteada en mi cara. Lo peor era que ni siquiera había podido recuperar el collar de mi madre, le había fallado, era lo único que me quedaba de ella, otra lágrima se deslizo rápida por mi mejilla.

-La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. -recito Matt cerca de mí, me levante rápidamente enfrentándome a él, en ese momento estaba furiosa. El me miraba con una nota de dolor en los ojos, pero aun así manteniendo su sonrisa seductora- Vengo en son de paz-añadió dejando a mi lado una rosa negra. Muy apropiado por parte de él decir que venía en son de paz...
-Pues has venido al sitio equivocado, estúpido ladrón, aquí sólo hay guerra-dije mientras me lanzaba hacia él con la intención de propinarle un puñetazo, sin el menor síntoma de haber ejercido algún esfuerzo me cogió por las muñecas, haciendo que me mantuviera a una distancia prudente de él.
-Cat, lo siento, yo...no te lo puedo explicar y tampoco espero que lo comprendas ni que me perdones, sólo he venido a devolverte el collar- dijo sin dejar apartar sus manos de las mías.
-Suéltame-masculle aun furiosa.
-Valoro demasiado mi vida- susurro mientras me miraba directamente a los ojos, de una manera tan profunda que cualquiera diría que podía leer la verdad en ellos. Aparte la vista y sentí como poco a poco él se iba acercando a mi oreja.
-Si te suelto... ¿Prometes perdonarme la vida?-me preguntó en tono gracioso.
Mantuve mi silencio hasta que me soltó. Deposito el collar sobre mi almohada y sin decir nada más, recorrió la habitación y salió por la ventana, esta vez no me moleste en comprobar si se había hecho daño, simplemente deje que mis rodillas se flexionaran, dejándose caer al lado de mi cama, junto al collar, que seguía ahí, como si nunca hubiera desaparecido, como si nunca hubiera sido robado...
De repente unos cálidos labios se presionaron contra mi cuello, provocando que mi corazón se detuviera durante unos cuantos segundos y empezara segundos después a latir más rápido.
-¿Qué noche puede sobrevivir sin luna?- preguntó depositando otra luna plateada junto al collar, y después girándome para que volviéramos a quedar cara a cara- ¿Y cómo puedo sobrevivir yo sin probar tus labios de fresa mi princesa?- añadió acercándose lentamente y deteniéndose a pocos milímetros de mí, provocando que su aliento golpeara de forma tentadora mi piel, casi podía sentir el roce de sus labios contra los míos, hasta que a la final él termino cerrando el espacio existente entre los dos con un dulce beso, un beso bajo la luz de la luna...-Se separó lentamente de mí, y con un último roce de nuestros labios dijo:
-Buenas noches princesa, hasta que el destino vuelva a unir nuestros caminos- y dicho esto salto por la ventana.
Ladrón imbécil- pensé.
Si él pensaba que caería rendida a él cada vez que acercaba sus labios a los míos, estaba muy equivocado. Esta vez el destino no elegiría el lugar de nuestro próximo encuentro, lo elegiría yo.

[…]
Saltaba de tejado en tejado, mientras cogía los tesoros más valiosos, que podría tener una familia rica actualmente, pero de repente sentí una mirada clavada en mí, la ignore, salí de allí, y como alma que lleva el diablo no sin antes dejar la pequeña estrella...
[…]
Otra vez ese sueño, el que me rondaba cada noche desde su primera visita, pero este había sido diferente, y no recordaba porque...
Me levante lentamente, me dirigí hasta el baño, una ducha caliente seguramente ayudaría.

Cogí lo primero que encontré y me dirigí rápidamente a los establos, necesitaba algo de tranquilidad en mi vida, y que mejor que Tornado.
Al llegar encontré a Luke cepillándolo.
-Ei- dije simplemente
-¿Tienes planes para hoy?- preguntó con curiosidad
Medite un momento su pregunta y finalmente conteste:
-No.
-Bien, te voy a llevar a dar un paseo, he conocido a alguien que te va encantar-dijo entusiasmado.
Le mire un poco dubitativa
-Tranquila, juega en mi equipo, ya me entiendes, se llama Alec, seguro que te cae muy bien- dijo entusiasmado mientras guardaba todo en el establo.
Suspiré resignada, sería un día muy largo...
Cogimos su moto y nos dirigimos al centro de la ciudad. Entramos en el centro comercial.
-¿No me digas que trabaja en una tienda de ropa?- pregunte sarcástica mientras me aguantaba la risa.
-No, niña imbécil, trabaja en un lugar que seguramente te gustara- dijo en un tono misterioso, dejándome con la intriga.
Caminamos hasta llegar a un pequeño anticuario, no estaba muy lleno, pero había cosas preciosas, en las paredes colgaban fotos en tonos sepias, habían lámparas de araña, parecía un lugar abandonado por el tiempo.
-¿Buscas algo?- me pregunto de repente un chico moreno de ojos grises, sobresaltándome.
-Esto..
-Alec es Cat-dijo Luke interrumpiéndome.
-En 5 minutos estoy y nos vamos a comer- dijo y luego se volvió a girar hacia mí, dándome un beso en la mejilla- Por cierto, un placer conocerte- y dicho esto se fue.
-No sabía que íbamos a comer- dije yo girándome hacia Luke.
-Ni yo- dijo el en tono divertido.
-Me cae bien- dije
-Me alegro- dijo Alec sobresaltándome por segunda vez, escuche como se reía-¿Qué? ¿Un italiano?- pregunto mientras se ponía la chaqueta.
-Nos os apetece que vayamos mejor a un...
-Sí, un italiano está bien, yo conozco uno que está muy cerca- dije cortando a Luke, el simplemente puso los ojos en blanco.

Llegamos en menos de cinco minutos entre risas y miradas comprometedoras (entre Luke y Jace).
Busque con la mirada a Matt, pero al único que encontré fue al camarero de siempre que se acercaba a nuestra mesa.
-¿Que van a pedir?- pregunto en tono agradable.
Alec y Luke cogieron la carta.
-¿No esta Matt?- pregunte con un poco de curiosidad
-No, hoy es su día libre- dijo en un tono, esta vez un poco malhumorado y creía saber porque, seguramente Matt le habría dicho que lo de su madre no era verdad, sofoque una risita nerviosa.
Entonces me di cuenta de algo en lo que no había caído antes, su madre, ¿Porque se había enfadado tanto?.
Comí en silencio mientras Luke y Alec seguían hablando.
-¿Vamos a dar una vuelta?-propuso Luke.
-Yo no puedo, había olvidado algo que tenía que hacer, iros vosotros ya pago yo- dije mientras en mi cabeza se empezaba a formar un plan. Aceptaron y se fueron. Yo me dirigí rápidamente hacia el camarero.
Deje el dinero y mientras él lo contaba solté la pregunta.
-¿Me podría decir donde vive Matt?- pregunte poniendo ojitos suplicantes.
-Lo siento pero esa es información confidencial- dio el camarero. Deposite unos cuantos billetes más.
-¿Y no podría hacer una excepción?- pregunte de nuevo.
El camarero suspiro con resignación, cogió una hoja y me escribió la dirección.
-Que sepa que es un barrio muy peligroso- me informo mientras me marchaba.

No se equivocaba, había gente de todo tipo, me encamine rápidamente a mi destino. Un edificio de color azul desgastado, subí las escaleras y tal y como me indicaba el papel pique en la puerta número tres. Tras la puerta apareció una señora de mediana edad con los mismos ojos de Matt, casi pensaba que era imposible que existieran otros ojos de ese mismo color. La señora al verme puso una cara extraña.
-Hola...esto...soy amiga de Matt- dije torpemente a modo de presentación. La señora suavizo su expresión.
-Pasa, él no está aquí pero puedes tomar un té y hacerme compañía- dijo en un tono muy agradable, que me recordó al de mi madre.
La casa era bonita, tenía pocos detalles pero era muy confortable.
-¿Así que eres amiga de Matt? Él no me ha hablado nunca de ti- dijo la señora en cuanto me senté.
-Trabajamos en el mismo sitio- le infome, por no decir que el robaba en mi casa.
Su madre me sonrió dulcemente.
-Seguramente Matt llegue tarde, está en su otro trabajo- me informo
-¿Otro trabajo?- pregunté
-Sí, porque si no no podría pagar mi tratamiento- dijo encogiéndose de hombros, en ese momento me atravesó una punzada de culpabilidad.
-¿Tratamiento?
-Sí, tengo cáncer- me informo
-Yo...lo siento- dije mientras me levantaba y me dirigía a la puerta, pero de pronto esta se abrió súbitamente haciéndome retroceder. Un hombre con olor a cigarrillo y alcohol entro por ella, en pocos segundos tuve a la madre de Matt a mi lado.
-¿Quién es esta muñequita?- preguntó aquel hombre mirándome de los pies a la cabeza, provocando que un escalofrió me recorriera la espalda.
-Sebastián déjala empezó, ¿qué haces tú aquí?- pregunto su madre interponiéndose entre él y yo.
-Linda sólo busco un poco de diversión, ¿Si?, no hay nada de malo en eso- dijo con una sonrisa, mientras se acercaba a nosotras.
-No te atrevas a...
No dejo que terminara la frase, ya que le cruzo la cara de una bofetada, y se fue acercando más a mí.
-No temas preciosa, esto será divertido-dijo mientras se acercaba a mí, le propine una patada y salí corriendo hacia Linda, que aún se estaba recuperando. Entre en la primera habitación que vi y cerré la puerta.
-¿Tiene el número de Matt?-pregunté nerviosa
-Si- dijo mientras me tendía su móvil temblorosa y miles de lágrimas se abrían paso en sus ojos.
El móvil sonó dos veces hasta que lo contesto.
-¿Mamá pasa algo?-preguntó en tono preocupado
-Matt soy Cat, estoy en tu casa y ha venido tu padre que ha pegado a tu madre y está a punto de entrar en la habitación-dije con voz temblorosa
-Cat como sea otra de tus bromas, te juro que...-dejo la amenaza inacabada.-Voy para allá-dijo y colgó.
Me gire y me encontré a la madre de Matt inconsciente.
La puerta estaba a punto de fallar.
-Preciosa no tengas miedo, abre- repetía una y otra vez Sebastián
Hasta que finalmente la puerta cedió.
-Bien muñeca, vamos a divertirnos un rato-dijo acercándose cada vez más a mí.
-No se acerque más a mí- dije intentando sonar fuerte, pero la voz se me quebro.
Cogí lo primero que encontré y se lo tire, él lo esquivo con facilidad, y en menos de tres pasos me cogió por las muñecas inmovilizándome.
-Por favor- suplique
-Nena sólo diviértete- dijo, y todo su mal aliento me golpeo.
Le di un rodillazo que le dejo sin respiración, durante unos cuantos segundo en los que intente correr, pero él me cogió por el tobillo, provocando que me diera con el borde de la cama y poco a poco todo se volviera más oscuro, sólo sentí como posicionaba su cuerpo encima del mío...
Jenn...*]]




3 comentarios:

  1. Oh my god!
    me dejaste terriblemente intrigada!más te vale que no te tardes con el proximo capitolo :P
    Un muá de naranja

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  2. Y lA verdad... escribes bastante bien ..
    Te sigo leyendo.

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